escritos.
miércoles, marzo 01, 2006
  Una Lengua Espejada en el Sonido - cuerpo, ritmo, vibración e identidad
(Este escrito fue presentado en el Cuarto Congreso Internacional de Salud Mental y Derechos Humanos, Univ. Popular Madres de Plaza de Mayo, Nov. 2005)

La propuesta para “Una Lengua Espejada” consiste en abrir un espacio de exploración, investigación y reflexión sobre la relación entre: el cuerpo en tanto construcción subjetiva; la creación y descubrimiento de códigos/lenguas en tanto encuentro con otros (formas posibles de comunicación); y la identidad, en tanto red, entramado complejo que alberga lo múltiple. Todos estos temas resultan pertinentes en el momento de reflexionar sobre la educación y la salud, ya que éstas últimas necesariamente implican a la persona en su totalidad y en vínculo.
En este caso particular tomaremos al sonido como herramienta central para llevar a cabo la experiencia.
El hombre es sensible al ritmo sonoro antes que a la melodía, pues en él encuentra la equivalencia del ritmo de la circulación y de la respiración. El ritmo despierta las imágenes motrices por medio de las impresiones auditivas, es el equivalente musical de la puntuación en el discurso.
A su vez, existe una relación entre la respiración, la vida psicológica y emocional, y la riqueza de circulación energética. Además, la voz (relacionada directamente con la respiración) expresa el vínculo que une el ritmo respiratorio y el esfuerzo muscular en la acción. Por medio de su sonoridad, su tono, su timbre, etc., la voz, como la mirada, puede ser una expresión sintética de la persona entera.
Si pensamos al sonido como facilitador de la expresión y la comunicación; y jugamos con el ritmo y la sonoridad propia del cuerpo desde un abordaje corporal, que indague sobre el vínculo que cada sujeto establece entre su cuerpo, el mundo afectivo y el entorno en que se desarrolla; entonces podremos adentrarnos en un espacio de exploración y creación que habilite el encuentro con uno mismo y con los demás, así como con el propio potencial expresivo.

Bibliografía
- Dolto, Françoise,
“La imagen inconsciente del cuerpo”,
Edit. Paidós, 1986.
- Dropsy, J. “Vivir en su cuerpo. Expresión corporal y relaciones humanas.” Edit. Paidós, Bs. As., 1987.
- Brenet, M. “Diccionario de la música. Histórico y técnico.” Iberia-Joaquín Gil Editores, S.A., Barcelona, 1946.
 
jueves, febrero 23, 2006
  Una Lengua Espejada - cuerpo, lenguage e identidad.
Sandra Martínez y Victoria Arregui

(Este escrito fue presentado en el XV Encuentro de Trabajadores e Investigadores Corporales para la Salud, Sept. 2002 y en el Tercer Congreso Internacional de Salud Mental y Derechos Humanos, Univ. Popular Madres de Plaza de Mayo, Nov. 2004)

Este trabajo surge de una inquietud personal ya que ambas trabajamos con idiomas y con lo corporal. Al interrogarnos acerca de nuestro vínculo con el lenguaje llegamos al siguiente camino por recorrer: el pasaje de la lengua como herramienta funcional, racional a la lengua como cuerpo.

Se abre ante nosotras una trama compleja y dinámica que atraviesa todos los tiempos y estratos de la vida humana, donde la lengua deviene en vehículo, intermediario entre el hombre y su entorno, entre un hombre y otro hombre, entre uno mismo y la manifestación de uno mismo.

Por ello nos centramos en la temática del lenguaje y el cuerpo en relación a la identidad y los vínculos. El juego de poner el cuerpo entre la extranjería y el código compartido. El diálogo que requiere de una intención comunicadora y un otro dispuesto a su recepción.
“…La invención le da al ser lo que no era y hubiera podido no llegar jamás. La invención no trabaja con el modelo del espejo, trabaja fuera de los límites de la visión reflejante.” (1)

Somos nombrados antes de nacer, marcados por el lenguaje de un otro. Un otro necesario para la construcción y la organización de nuestro yo – de nuestro cuerpo.
No elegimos nuestra lengua materna, esta nos abarca y nos envuelve. Por medio de ella podemos expresarle, a quienes comparten esta lengua, todo mensaje que nuestra cultura nos permita concebir – omnipotencia semiótica de la lengua materna.
En la comunicación como juego reglado, las referencias conocidas por ambas partes signan el valor del decir y dejan de lado las otras formas que podrían llegar a tener.
Al salirse del sistema de referencias, se entra en un juego de cálculos recíprocos mediante el cual el valor de lo dicho propone una nueva representación. Desde aquí nos planteamos este juego entre el código compartido y la extranjería, un salir por fuera del código y entrar en el juego de la invención. La invención como fuerza transformadora que supone la transgresión de matrices culturales. Implica un cierto pasaje de niveles, de lo ya dado como preestablecido, hacia síntesis imprevisibles en las formas nuevas. Supone un doble movimiento de la subjetividad, de desestructuración y reestructuración dando diferentes matices a la identidad del sujeto, quien se conoce a sí mismo y se presenta al mundo desde su narrativa.
“... del latín: narro, narrare, significa contar, referir, relatar, y desde sus orígenes como hoy, el hombre relata, cuenta, construye mitos, narra historias, describe situaciones, canta poemas, es decir, pone letra y nombra de maneras infinitamente distintas. Estas letras constituyen un territorio encarnado. Podríamos decir que el cuerpo es siempre discurso sobre el cuerpo y la letra es siempre carne.” (2)
Nos adentramos así en la zona donde las palabras cobran vida en el encuentro con el otro
“... a quien no se deja venir tal como es y se lo espera llegar tal como se lo llama.” (3)
Citas:
(1) (3) Percia, Marcelo. “Una Subjetividad que se Inventa, diálogo, demora y recepción”. Lugar Editorial, Bs. As., Arg. 1994
Matoso, Elina. “El Cuerpo, Territorio de la Imagen”. Letra Viva, Instituto de la Máscara, Bs. As., Arg. 2001
 
  Sobre el Trabajo Corporal y la Imagen Corporal.
El Trabajo Corporal es una posibilidad de abordar, elaborar y poner en palabras las problemáticas del sujeto. A través del trabajo sobre la Imagen Corporal – representación que cada uno tiene de su cuerpo, que es a cada momento memoria inconsciente de toda vivencia relacional, y al mismo tiempo es actual, viva y dinámica – se facilita la resignificación del vínculo que cada uno establece entre su cuerpo, el mundo afectivo y el entorno en que se desarrolla.
Mediante cualquier expresión fundada en el lenguaje, dibujo, modelado, invención musical, plástica, como igualmente mímica y gestual, el sujeto puede transitar un proceso que no se estatiza sino que es consecuencia de una constante estructuración y desestructuración de la multiplicidad de imágenes de la propia imagen. Esta dinámica, que se organiza para desorganizarse y volver a organizarse, permite observar que, cuando se congela, crecen procesos de vínculos patológicos con el cuerpo, ya sea por el aumento de las vivencias de desestructuración o por intentos empecinados de estructurar lo inestructurable.
Lo inaprensible del cuerpo nos abre una mirada a la totalidad del sujeto, invitándonos a una exploración e investigación que, al facilitar la figurabilidad de las imágenes, escenas y representaciones que se hayan presentes en el cuerpo, tienda a la salud, el bienestar y la prevención.
A través de diversas técnicas corporales se propicia un recorrido que habilite tanto el reconocimiento del esquema corporal, como el del imaginario alojado en el cuerpo, en un pasaje de la concientización del cuerpo, las sensaciones y emociones que surgen, a la posibilidad de plasmarlo en una producción propia mediante el Trabajo Corporal Expresivo - Dramático.

Para este abordaje contamos con los siguientes recursos técnicos:
• TÉCNICAS CORPORALES CONSCIENTES
Posibilitan el registro y concientización del esquema corporal.
• TÉCNICAS CORPORALES EXPRESIVAS Y DRAMÁTICAS
Facilitan la nueva producción de sentido al posibilitar plasmar lo vivenciado en el trabajo con el cuerpo en formas corporales, escenas, etc.
• TÉCNICAS LÚDICAS
Permiten la circulación de la fantasmática y posibilitan la metáfora y la transformación. Funcionan como articulador entre el mundo de la realidad y el de la fantasía y ayudan a aprender contenidos fuertes o movilizantes.
• USO Y CONSTRUCCIÓN DE MÁSCARAS
La máscara concebida como objeto, sobre el cuerpo, sobre el rostro y contemplando tanto su aspecto enmascarante como desenmascarante.
• TÉCNICAS PLÁSTICAS:
Disparadoras de actividades o usadas para plasmar y registrar momentos del proceso.
• USO DE OBJETOS:
En trabajos de sensopercepción y en momentos en el trabajo Expresivo / Dramático.
• MÚSICA Y SONIDO:
Como estímulo, como consigna, como producción sonora propia.

(agosto 2005)
 
sábado, agosto 27, 2005
  *El cuerpo y el juego en el encuentro grupal – de la vivencia a la articulación con la práctica profesional –
Existe una profunda relación entre lo lúdico, lo corporal y lo grupal.
Abordamos el cuerpo desde la imagen corporal. Es decir, el cuerpo como depositario de la representación de las vivencias, lo vincular y el mundo interior de las personas.
Proponemos el juego como facilitador y potenciador de procesos complejos, tanto individuales, como grupales. A través del juego se ponen en movimiento recuerdos corporales, es posible habilitar los contrastes, encontrar el dinamismo vital perdido, tomar la iniciativa y recuperar la creatividad y la identidad. Todo juego implica un proceso educativo. Dado que desde la mirada lúdica lo fundamental es el proceso, la búsqueda de una forma nueva para hacer algo, es muy importante no juzgar la producción creativa del otro.
A través de la creatividad se cumplen muchas metas, entre ellas la búsqueda de nuevas modalidades de convivencia. En este sentido también, el juego resulta una eficaz herramienta de trabajo para coordinadores de grupos.
Una modalidad teórico-vivencial apunta a favorecer la apropiación de los temas desarrollados. Esto se facilitará por medio de la constante relación entre la viviencia personal de las técnicas empleadas y los conceptos teóricos. Al participar de las actividades vivenciales, y luego paulatinamente ir desglosándolas por medio de la reflexión apoyada por la lectura de material teórico y del registro en crónicas de cada encuentro, los participantes van adquiriendo herramientas potentes y aplicables.
La práctica de coordinación entre compañeros brinda la oportunidad tanto para ejercitar “en vivo” algunos de los elementos tratados, como para lograr una articulación profunda de dichos elementos.
Así mismo, el registro de crónicas, la discusión permanente y la presentación oral de los aspectos técnicos de las prácticas de coordinación, permite compartir las experiencias y de ese modo favorecer el enriquecimiento mutuo entre los participantes.
Proponemos un proceso de vivencia e implicación personal, constantemente acompañado por la mirada profesional de los participantes, que cobra sentido cuando se aplica en la producción dentro del propio ámbito laboral.

Bibliografía:
Stato, E. María y Posada, José, “Los juegos creativos” (en el marco del Congreso Internacional de Juego, Montevideo, Uruguay).
Garangi, C. Graciela, “Los juegos, las artes y los oficios” (en el marco del Congreso Internacional de Juego, Montevideo, Uruguay).
Matoso, Elina, “El Cuerpo, Territorio de la Imagen”, Letra Viva, Instituto de la Máscara, Bs. As., Arg. 2001.
Dolto, Françoise, “La imagen inconsciente del cuerpo”, Paidós, 1986.

*Este texto forma parte de lo presentado ante el Centro Universitario de Idiomas para su
“Proyecto de capacitación, actualización y perfeccionamiento docente”, 2005.
 
domingo, agosto 21, 2005
  Las múltiples orillas del puente (sin orilla).
-“Me siento tonta hablando así, hablando como el libro quiere que hable.”
-“El aprendizaje es artificial, hasta que se vuelve natural.”

Te desarmé, te interpreté, te lo dije, te dejé y no se si guardé los pedacitos antes de irme. Pero vos estabas ahí.

¿Yo recibo en nombre del grupo? ¿O me están trayendo todo esto a mi?
Algo de vacío debo haber dejado para que se acercaran.

Recuerdo mi recorrido . Tantos cambios de foco y de enfoque.
Gente que me da piel y a quien le doy.
Repulsión por quienes no generan - riesgo de cáncer? precaución irrazonable? -
Ni vómito ni excremento.
Intimaciones mutuas.
Intimidades mutuas.
Atravesamientos.
Me cruzo a mi misma como mi propio puente.

Me atraviesan en camino hacia otro lado
y me arrastran con ellos,
pero también me quedo donde estoy.

Puente.
Puente sin orillas.
Puente fantasma, milenario.

Hoy descubrí que mi cuerpo es un puente
y que no sólo yo lo cruzo: me cruzan; me merodean;
van gastando mi madera, la manchan y la deforman.
¿Cómo puedo seguir diciendo que es mía?
Cómo dudarlo.

Brumas y tinieblas de las que surgen tantos rostros
... donde también estás vos.

Este texto fue escrito en el marco del seminario “Coordinación, Cuerpo e Intervención”, 31/10/2004.
 
viernes, agosto 19, 2005
  Triste destino del cuerpo devenido en payaso, en bufón del rey y de la corte.
Amorfisado por la demanda.
Desmontado y desmantelado.
Convertido en puta vieja que sigue una coreografía vacía.
Coreografía ahuecada por estereotipo,
por repetición sin sentido.
Pasados los días de gloria; pasada la destreza;
pasado el latir; pasado el nadar por los flujos de los huecos.
Brazadas sin dirección ni movimiento,
sostén que no sostiene, relleno de polyester.

Este texto fue escrito en el marco del seminario “Coordinación, Cuerpo e Intervención”, 10/2004.
 
  ¿Puede el cuerpo estar aquí y ahora?
La irradiación del otro a veces parece la bomba de Hiroshima.
Envejecer en un instante, infidelidad inevitable.
Corrimiento del horizonte por fricción y a pesar de ella.
Andar y desandar la propia evolución.
Vivir “antes de tiempo”, como si eso fuera posible.
Experimentar sabiduría que sabemos que no es propia.
Repetir lo irrepetible.
Capas de gaza que dan consistencia; dureza; entumecimiento; repertorio.
Sin embargo no se apilan, ni son huecas.
Penetran pero no son materiales.
Coexisten y se distinguen; también se confunden.
Las poseemos y nos poseen.
¿Puede el cuerpo estar aquí y ahora?
Gracias a Dios tenemos un esqueleto.

Este texto fue escrito en el marco del seminario “Coordinación, Cuerpo e Intervención”, 10/2004.
 
lunes, agosto 15, 2005
  El sonido del silencio, los verbos reflexivos y mi gato negro.
Escribir sobre la ausencia.
Me vino a la mente el tema de Simon and Garfunkel cuando le hablan a la oscuridad (intento de traducción casera)"... hola oscuridad mi vieja amiga, he venido a hablar contigo otra vez... gente escribiendo canciones que las voces nunca compartieron, nadie se atrevió a romper el sonido del silencio..." No me acuerdo muy bien la letra...
En un descanso en el tipeado miro a mi gato y le hablo, es negro, no me contesta (sin embargo lo intenta, ronronea) y se me ocurrió preguntarme qué diferencia habría entre hablarle a la oscuridad, hablarle a mi gato y hablar sola... hablar con alguien ausente. Imaginarme una conversación con mi hermana que vive lejos, por ejemplo. Ausente, pero presente dentro mío.
Hablar sola, mirándome al espejo o no. Hablar sola con un alguien sin cara, imaginado o hablar con otro claramente identificado, pero recordado, no de cuerpo presente.
¿ausencia = presencia virtual?
Creo que lo que tienen en común estas situaciones es que tanto las preguntas como las respuestas vienen de mi. Es como los verbos reflexivos, mirarse, escucharse, hablarse, preguntarse, contestarse, perderse, encontrarse, reflejarse. El punto es cuáles son los ingredientes de estos verbos? Encuentros, desencuentros, fantasías, delirios? Los armo yo sola o los otros están presentes en ellos, a pesar de su supuesta ausencia. Y cuando los otros sí están de cuerpo pre-sente, dejo de hablarme, verme, etc.? O es como hablarme frente al espejo, sólo que cambio de cara por un rato? Esa cara aporta algo nuevo o todo lo que me pase va a ser siempre de adentro hacia afuera y otra vez adentro? Quizás el secreto esté en ese momento del afuera, si lo que vuelve a entrar viene modificado o no y si yo soy capaz de distinguir esa modificación.
¿Cuál es la cartografía de la comunicación?

18/11/98 ...el silencio del sonido....

Victoria Arregui (Este texto fue presentado en el marco de la Formación Terciaria del Instituto de la Máscara)
 
sábado, agosto 13, 2005
  Crónica de una de mis primeras experiencias combinando trabajo corporal e inglés.
12/10/1998 Victoria Arregui, Texto presentado en el marco de la Formación Terciaria del Instituto de la Máscara.

Cuando Elina me comentó que venía una chica de Finlandia y que necesitaba una traductora, en seguida me acordé del congreso en el que había visto a una traductora/intérprete seguir a una participante y traducirle las consignas y comentarios durante una mascarada. Esa mujer tenía la habilidad de traducir del castellano a otro idioma y de poder hacerlo durante una actividad sin estorbar, sin violentar los códigos establecidos.
¿Otro idioma más?

Con Tarja mi trabajo fue distinto, las dos éramos participantes de las clases, con lo cual yo sistemáticamente rompía la regla de suspender el lenguaje verbal en ciertos momentos del trabajo corporal. Por otro lado, debía compenetrarme con lo que hacía como alumna, pero siempre estaba esa inquietud porque Tarja pudiese participar. Todo esto, además deseando no invadirla, ni taparla con palabras, no siempre eran necesarias. Ella no entendía castellano pero sí entendía muy bien el lenguaje corporal y estaba dispuesta a experimentar.

Hubo momentos donde tuve que resumir, recortar lo que se decía para poder transmitírselo con claridad a la velocidad en que los tiempos del trabajo requerían. Fue difícil. Yo sabía que la dejaba afuera de ciertas cosas y de mi criterio dependía que no fuesen las cosas importantes.

Algo similar sucedía en las rondas de cierre. Yo no podía traducir todo, las conversaciones eran muy rápidas y con frecuencia desordenadas. ¿Qué traducir, qué no? ¿Cuánto entendía ella sin necesidad de palabras?

Todo esto, por supuesto, no dependía exclusivamente de mí. Ella siempre tuvo una actitud muy abierta y muy activa. Yo quería respetar sus ganas y posibilidades, ayudando sólo cuando fuese necesario.

El momento más conmovedor fue en el Taller de Trabajo en Espacios Simultáneos. Tarja se había conectado, a través de la música, con el momento de la muerte de su madre. Al contarlo en la ronda final se puso a llorar. Yo debía traducir lo que ella decía, pero lo que decía no era claro. ¿Quién le cantaba a quién? ¿Antes de que su madre muriera, mientras estaba muriendo o cuando ya había muerto?

Quizás desde la emoción no importaba, quedaba clarísimo que Tarja estaba muy conmovida y desde la sensación era fácil acompañarla. Pero en el momento de explicar, de contar, de compartir desde el lenguaje verbal se me planteaban ciertas dudas.

¿Quién le cantaba a quién? El sujeto de la oración no quedaba claro y si yo debía traducir una oración en un idioma a una oración en otro idioma, necesitaba una estructura gramatical mínimamente clara. ¿Cuándo cantaba/cantaban/ le cantaban? Los tiempos verbales sí ayudan a ordenar la secuencia en el tiempo y esto facilita la transmisión y comprensión.

La gente en la ronda me miraba expectante, algunos incluso me pedían que tradujera antes de que Tarja hubiese terminado la primera oración. Pero por cómo es el cambio de orden de palabras entre el inglés y el castellano yo no podía traducir nada.

¿Qué debía hacer? ¿Preguntarle a Tarja si quería decir le canté o me cantó? ¿Canté, cantó o cantaba? ¿Morir, murió o moría? Su inglés en ese momento no era claro, traduje lo que creí entender. Me di cuenta de lo significativo que es conocer el idioma en el que está pensando el otro, aunque no sea el que usa para hablar. Eso me permite ordenar las ideas más allá de las
palabras que diga, puedo pensar con la misma estructura.

Creí que preguntarle sería tapar con palabras, o invadir, o agredir, o no se qué. Ahora me pregunto ¿hasta dónde? ¿Hasta dónde es invasión y hasta dónde es aclaración/transmisión/comunicación?

¿Hasta dónde es inevitable que siempre acorte al traducir? ¿Hasta dónde se mezclan mis emociones con las del otro? ¿Hasta dónde el lenguaje o código conocido por todos es de interpretación individual y personal?

¿Necesito estructura para comunicar? ¿La necesito para entender?

¿Lo que yo percibo del movimiento del otro y sus emociones, es lo que quiso transmitir? Esto es mucho más subjetivo que una cuestión de tiempos verbales, pero si le cambio el verbo, la idea/concepto/emoción, sigue siendo la misma?

¿Mi interpretación, sea de un gesto o de una palabra, es igual que la de mi compañero? ¿Puedo percibir sin interpretar?

Interpretar lo que el otro dice con sus códigos, aunque estos me incluyan o supuestamente nos manejemos con los mismos códigos ¿no podría ser considerado como una traducción? Una traducción a mis códigos, que determinan cómo entienda yo lo que percibo y también mi respuesta.

Así nuestra vida sería una gran traducción.

Me pregunto si hay algo de creación en la traducción y si sería posible hacer un paralelo entre la traducción y la coordinación de trabajo corporal.
 
En nuestras vidas intentamos repetir aquellos eventos significativos que ya han sucedido en el futuro. A medida que envejecemos sentimos una creciente nostalgia por nuestras propias muertes, por las que ya hemos pasado. Igualmente, tenemos una creciente premonición de nuestros propios nacimientos que están a punto de suceder. En cualquier momento podemos nacer por primera vez”. (J.C. Ballard -“Noticias del sol”)

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Nombre: Victoria Arregui

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