¿Puede el cuerpo estar aquí y ahora?
La irradiación del otro a veces parece la bomba de Hiroshima.
Envejecer en un instante, infidelidad inevitable.
Corrimiento del horizonte por fricción y a pesar de ella.
Andar y desandar la propia evolución.
Vivir “antes de tiempo”, como si eso fuera posible.
Experimentar sabiduría que sabemos que no es propia.
Repetir lo irrepetible.
Capas de gaza que dan consistencia; dureza; entumecimiento; repertorio.
Sin embargo no se apilan, ni son huecas.
Penetran pero no son materiales.
Coexisten y se distinguen; también se confunden.
Las poseemos y nos poseen.
¿Puede el cuerpo estar aquí y ahora?
Gracias a Dios tenemos un esqueleto.
Este texto fue escrito en el marco del seminario “Coordinación, Cuerpo e Intervención”, 10/2004.